El tiempo es relativo y tal como lo dijo
Einstein: “No es una constante universal…”
En el inicio, cuando la materia reunida
misteriosamente en un punto infinitamente denso y pesado explotó, el tiempo
también fue liberado. Se dice que en milésimas de segundo, los componentes
atómicos comenzaron a crearse, formando luego electrones, protones y neutrones
y finalmente los átomos de la materia de la cual todo está hecho, mientras se
desplazaban a velocidades súper-lumínicas en todas direcciones.
Toda ésta teoría de la creación del
universo establece parámetros conocidos por nosotros, como tiempo, velocidad y
distancia. Pero, todos esos valores apenas habían iniciado. Se establece que
con el big bang, el tiempo inició, en el centro de un espacio infinito y que
por eso, la distancia es despreciable aún cuando ésta alcanzó valores inmensos
para nuestra perspectiva. Toda la materia nacida desde ese evento, sin embargo
es especulativa en cuanto a sus componentes; grupos de átomos similares se dirigieron
a diferentes lugares como en racimos inmensos que construyeron elementos y
materia diferente a los expulsados en direcciones opuestas. Si bien estos
átomos en su composición son similares, en la esencia de su naturaleza son
diferentes y desconocidos para nosotros.
El tiempo pues, pudo verse alterado, pues
las reacciones supuestas tienen su teoría a partir de las observaciones en los
aceleradores de partículas sobre la tierra y se ha establecido que tan sólo la
observación del comportamiento de los componentes atómicos ocasiona una
variación en la respuesta de éstos, por ello, es de esperar que en otros
parámetros, en donde el tiempo se mueve de manera diferente, los resultados
sean obviamente diferentes, tanto en desarrollo como en el tiempo de reacción.
Si el tiempo se “mueve” diferente en esta
región del universo, podríamos esperar que lo que aquí en la Tierra
consideramos como un lapso de microsegundos, en otra parte del universo pudiera
tomar horas y del mismo modo, lo que para nosotros es un siglo, para otras
civilizaciones podría ser días.
Mucho se ha especulado acerca de que si
toda la materia conocida proviene del mismo evento, entonces ¿por qué habría
una gama de civilizaciones en mayor desarrollo que nosotros?
La respuesta es simple; porque el
movimiento del tiempo es más acelerado en su entorno. Pero al llegar con
nosotros, ese tiempo que domina todo a nuestro alrededor, los haría verse como
presas de nuestro particular trascender temporal.
Las teorías del comportamiento del tiempo
a velocidades cercanas a la luz, nos indican que en un mismo período de
trascendencia, la unidad temporal se ve alterada, por ello, es que las
civilizaciones que se mueven dentro de su medio a mayor velocidad, han logrado
desarrollarse más que nosotros, tan sólo por la fusión espacio – tiempo.
Y de ese mismo modo, pudiera ser que
existan civilizaciones en algunos lugares del universo conocido en los que el
tiempo es realmente lento o incluso que se encuentre congelado o inerte y que
por ello, los consideremos “mundos muertos”.
De cualquier manera, una teoría enfocada a
justificar nuestro precario desarrollo tecnológico y humanístico, podría no
parecer grato para muchos, lo cierto es: que si ese evento se llegara a
presentar, cada día que pasa, hora y minuto, nos va acercando más y más.
Porque “La ausencia de evidencia, no
evidencia la ausencia…”
JM
Cabrera.