miércoles, 16 de agosto de 2017

TURISTAS VS PROPINAS

Advertencia: En este Blog, Google hace uso de ciertas cookies de Blogger y de Google, incluidas las de Google Analytics y AdSense. Las cuales no afectan tu sistema a menos que desees descargar el contenido de esta página...

¿Quien no desea vivir eternamente el momento en que somos turistas?

Cada uno de nosotros vivimos una serie de eventos denominados trabajo, por lo cual recibimos nuestros respectivos salarios. Pero en el momento en que se nos otorga nuestro período de “relax” y esparcimiento, cambiamos radicalmente. La mayoría del género humano estamos para servir a los demás, por tal razón exigimos un trato en el que dejamos de ser nosotros para convertirnos en “turistas”.
Pero ¿Qué es lo que distingue un turista del resto de los mortales? Es sencillo, el turista tiene dinero para gastar! Y además de  eso posee un sentimiento de desprendimiento hacia todo lo que ahorró para su disfrute vacacional.

Algunos muy de acuerdo con sus capacidades, pero todos trascienden con la intención de ser un “Marajá de Pocajú”, poseedor del estipendio que todos los serviles buscan: “La propina”.

                Resultado de imagen para maraja de pocajú

Pero ¿Qué es la propina? Se denomina así al incentivo que entregamos por un trabajo bien hecho, aunque en muchas ocasiones casi es exigido y esperado sin importar las condiciones en las que se presta el servicio. La propina debe ser voluntaria, nunca exigida, ni sugerida y lo más importante: No debe ser esperada, pues en ese caso, todo aquel que realiza una labor debería contar con ella, cualquiera que sea. ¿Acaso entrega una cantidad extra al supermercado por lo que le han vendido? ¿Cuándo paga su prediál le deja al ayuntamiento un 10% como propina?
Se ha olvidado que en todo momento se debe entregar el 100% de eficiencia sin caer en el servilismo exagerado e inútil, y todo, “viviendo en la honesta medianía que nuestros ingresos nos permiten” (Benito Juárez García).
Sin embargo, se ha llegado a legislar que es una obligación el entregar un porcentaje de lo gastado en restaurantes, dar al servicio de botones e incluso se ha comenzado a acostumbrar pedir una propina a oportunistas que se presentan a acompañarte a tomar un servicio de taxi en terminales de autobuses.

Imagen relacionada

Y algunos de ellos, ostentan uniforme de la empresa o del lugar donde laboran con una leyenda muy visible en donde se te indica que “Este personal no es asalariado, labora por las propinas recibidas”; o sea que en ese momento pasa a ser Mi Empleado; y se tropieza o le pasa algo durante mi servicio ¿Estoy obligado a atenderlo? ¿Aunque sea moralmente?
Es sabido que existen países en donde la propina no es requerida e incluso se considera ofensiva, tal es el caso de Japón, Nepal y Santiago de la Peña (en realidad en éste último no). Y no es porque los empleados tengan orondos sueldos, simplemente es porque se maneja la honorabilidad de realizar el trabajo de la mejor manera sin esperar más que lo honrosamente acordado.
De cualquier manera, el ser turista, es ser la gallina de los huevos de oro, pues al final, un país sin turistas, es un país despropinado…
Saludos…
J M Cabrera

No hay comentarios: