martes, 19 de febrero de 2013

Un cambio para México

Cada vez que en este glorioso país, se presenta un cambio de gobierno, se entabla una batalla silenciosa entre el grupo que sale y el grupo que entra. Y tal batalla es más palpable, cuando se trata de un cambio de poder que incluye un retorno.
A la usanza del “Retorno del Rey”, el gobierno entrante y que enarbola la bandera del partido más tristemente célebre del país, trata por todos los medios de hacer gala de fastuosidad y de opulencia, aunque toda esta parafernalia sea a costa del pago de los impuestos que pagamos los trabajadores mexicanos.

Toda esta celebración va de lo particular a lo general, un ejemplo sería como sigue:
Hace unos días se inauguró un “domo” (triste tapado de lámina), en una escuela anexa a la casa de un servidor, dicha cubierta (por demás austera), fue entregada por el mismísimo Presidente Municipal de Boca del Rio, en él se mencionó a la educación, a la generosidad y a la seguridad, haciendo hincapié de que todo eso era gracias al trabajo del Gobernador del Estado de Veracruz. Eso me llevó a recordar que tan solo unas semanas se había llevado a cabo, el Informe de Gobierno del Nini…, quiero decir del Gobernador, quien hiso referencia desde el principio de la seguridad ganada a costa suya, pero que no se reflejaba en los hechos; ya que en derredor del lugar donde se llevó a cabo el dichoso informe, se armó un impresionante dispositivo de seguridad; la cosa era tan censurada, que todo aquel que llevara rumbo al Centro Mundial de Negocios (WTC), era detenido y revisado, al puro estilo “Retén policiaco de los setentas”. Por supuesto que nada pasó, y seguramente los jefazos policiacos dirán que fue gracias a sus métodos de prevención (mismos que veremos más seguido de ahora en adelante), pero que dieron al traste en los planes de muchas personas que por ahí transitaban ese día jueves y que salieron de sus casas pensando que solo sería otro mitote común y corriente.

El caso es que ahora, vemos con más claridad de que color serán las cosas de aquí en adelante, para el cambio de gobierno como Presidente de la República, no muestra una tarjeta de presentación; tan solo hay que ver la impresionante movilización que se ha hecho para salvaguardar el “festival” de toma de posesión del nuevo Presidente Democráticamente Electo ¿No será que le tienen miedo a lo que dijo Yovanita, la bruja de las estrellas?, ahora como mucha gente se ha quejado por nimiedades como llegar a su casa o trabajo, o simplemente por salir por las tortillas, únicamente las domésticas, que entablan luego-luego amistad con los soldados, tienen paso franco, o los choferes a los que se les encarga un refresquito pal rato que salga el sol; pero el resto de la población, simples mortales sin fuero o sin hueso, tenemos que camellarle “por la orillita” para no molestar al Siddharta Gautama que será nuestro nuevo representante nacional, quien dicho sea de paso, vive de nuestros impuestos y de la parte del petróleo que se supone es de todos. Y aún y con todas las molestias que nos da, resulta que cada año, me llega una hoja de hacienda pidiéndome que me moche con dinero que no tengo y que según ellos recibí sin trabajar. No cabe duda que estos políticos son el grupo de empleados más malos que he tenido, el problema es que como me pasa con Don Max, no los puedo correr.
Pero volviendo a lo anterior, ésta muestra del temor a lo que pudiera pasar, cntrapone una situcación apuntada por el candidato electo, quien minimizó el miedo en el que viven muchos mexicanos.  Y que ahora lo hace tan humano como a cualquiera. Puede decir que solo es para contener a unos 132 muchachitos, a algunos estudiantes michoacanos, o a maestros oaxaqueños, e incluso a alguna que otra Morena que le quisiera cerrar el paso; bien dicen que "La primera impresión es la más importante". Y aunque no creo que en éste país tan religioso y seguidor de lo místico se esté gestando el nuevo "anticristo", seguro estoy que muchas personas se las verán negras, aún teniéndolas claritas y los que ya se las veían negras, pos, de plano se las dejarán de ver.

No es secreto aquello de que no hay una gran química entre el presidente triunfador del vecino país de Norte y nuestro nuevo Presidente, solo espero que en esta reunión, sobre todo la que es a puerta cerrada, no salgamos perdiendo, ya que el mexicano, no contará con un scrip o chícharo por donde le digan lo que debe hablar o declarar, y mucho menos habrá un traductor que le ayude a interpretar lo que se le diga en Ingles, idioma que debería dominar tan solo por ser un profesionista titulado. Pero de cualquier modo, si hay algo muy curioso en este mundo es que a los negros, le gusta hablar en español, si no me creen, pues vean el caso de Will Smith, o el de Dani Glober e incluso resulta que Barak Obama, habla español, incluso más que el inglés que maneja nuestro próximo presidente.
De cualquier modo, este es el último cambio de presidencia antes del fin del mundo; sinceramente espero que hayan disfrutado de igual manera, su último cumpleaños, su último Halloween, su último día de muertos, su último San Valentín, su último Carnaval y su último lo que sea. Si no lo hicieron, pues todavía pueden aprovechar la última celebración de la Virgen de Guadalupe.
Nos vemos en Navidad o para Año Nuevo.
J. M. Cabrera


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