Entre todos
los eventos que se prevén destruyan a la humanidad, está una que me parece más
preocupante. Y ésta es: “La Conspiración Monsanto”
Monsanto es
una compañía dedicada a desarrollar semillas y embriones alterados genéticamente,
para que sean capaces de generar una enorme productividad con un bajo costo de
producción.
¿El secreto?
El hambre.
El campo
produce cada vez menos alimentos, los campesinos o granjeros son cada vez
menos, debido al bajo rendimiento en su trabajo y a la poca remuneración por
sus esfuerzos.
Los sistemas
tradicionales de producción agrícola y ganadera, han demostrado una
ineficiencia por décadas, sin embargo, el gobierno a ningún nivel lo ha querido
solucionar. La razón es porque una población empobrecida es más manipulable y
con pocos estipendios pueden comprar sus voluntades, sin embargo eso creó
algunas voluntades de desarrollo y surgió el cacique, el narcotraficante y el
tratante explotador.
Se formó una
sociedad que se enriquece del deterioro social y del abuso de los más pobres e
ignorantes.
El resultado: El abandono del campo, ya sea por la
migración o por la comodidad de permanecer pobre y subsistir mediante programas
como “compartamos” o “piso firme”, los cuales muchas veces se dan mediante un
porcentaje del mismo apoyo.
Entonces ¿Qué
es lo que pasa?, pues ante la necesidad de producción del campo, se empiezan a
mencionar estadísticas de menor
rendimiento contra las hectáreas registradas y entonces se llega a la
conclusión de que el campo va para abajo.
Entonces
compañías como MONSANTO, ofrecen realizar “pruebas” para demostrar que se puede
cubrir las necesidades alimentarias del país con una fracción de la superficie
cultivable.
Imaginen que
de pronto tienen una planta de maíz que les permite producir de ocho a diez
veces más que lo que se produce tradicionalmente y con un costo del 50 %. O que
se le presenta un embrión mejorado que se introduce dentro de una vaca el cual
produce tres veces más leche o que desarrolla más carne en la mitad del tiempo
que lo hace un animal común. Imaginen una gallina que en menos tiempo comienza
a producir dos o tres huevos diarios.
Estamos
hablando efectivamente del fin de la carestía alimenticia, pero con un costo
terrible.
Ninguna de
esas semillas o de esos embriones que nos venderán, son fértiles. Si alguien
desea reproducirlos ¡No podrá hacerlo!, tendrá que volver a comprar la semilla
u otro embrión para inocularlo, pues estos animales y plantas solo servirán
para ser consumidos.
Solo un
empresario visualizando un negocio rentable, únicamente por dinero, se decidirá
a invertir en el campo y eso será el principio del fin, otros tratarán de
competir y poco a poco los animales y las plantas transgénicas invadirán todo,
desplazando al ganado y a las plantas que producen menos, pero que son capaces
de reproducirse.
El problema es
que, esta medida será, una carta de triunfo para el gobierno que lo promueva,
ya que solucionará un problema ancestral, pero nos arrastrará a ser parte del
control de otro amo; de aquel que controle el suministro de semillas y
embriones. Pues lo más catastrófico será cuando se den cuenta de que las
plantas liberan polen que esterilizan a otras plantas.
Otra de las
cuestiones es el uso de elementos hormonados y cargados con PCB, el cual es el
elemento usado para el desdoblamiento genético. Otro de los componentes son el
dioxin, pero uno de sus grandes éxitos fue la fabricación del famoso Agente
Naranja, el cual fue utilizado durante la guerra en Irán como parte de la
guerra química. Estos elementos provocan que el cuerpo acumule grasa, debido a
que nosotros consumimos los elementos que estos alimentos tienen. Y como “somos
lo que comemos”, entonces al final seremos seres humanos “transgénicos”, lo
cual puede llegar a convertirnos en la última línea de vida. Solo espero que
después no pretendan vendernos embriones de hijos para perpetuar la nuestra
raza.
Infortunadamente,
eso se sabrá cuando sea ya muy tarde. Porque seguramente, pocos se han dado
cuenta de que se autorizó a MONSANTO a realizar siembras de práctica en 10
millones de hectáreas en la parte media y sur del país, y tampoco se han
enterado de que diversas agrupaciones se han puesto en marcha para protestar
por ésta decisión, ya que la información en éste país se encuentra controlada y
solo se da a ciertos grupos seleccionados.
En realidad
solo un puñado de personas serán capaces de crear “islas” de protección a la
biótica agrícola y ganadera. Profesionales unidos para proteger lo que la
naturaleza ha creado y que el hombre desea cambiar. Solo se necesita uno, para empezar.
Si después de leer esto, no creen que sea cierto el poder de la transnacional Monsanto, entonces entren a cualquier buscador y pongan Monsanto, se darán cuenta de que la mayoría de los sitios o blogs que tratan acerca de la situación con esta compañía, han sido eliminados o dados de baja, y no precisamente por los autores.
Saludos.
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